SED
Cuentan que una vez un hombre viajaba por el océano y su
barco se hundió, quedó a la deriva por varios días antes de que
milagrosamente fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de
su pésima condición, contó el peor error que había cometido. Al sentir
una sed desesperante, bebía agua salada, y por la sal contenida en la
misma, lejos de saciarse, sentía más sed e introducía sal y arena a su
cuerpo que lo deshidrataba más.
Muchas veces cuando sentimos sed
de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas
que lejos de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se
refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres
y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal
carácter para llamar la atención.
Es hora ya de que dejes de
llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: "mas el que bebiere del
agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le
daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". Juan
4:14 .
Así que no busques más saciar tu sed, cualquiera que sea,
en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y
creador Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡¡¡y lo ganas todo!!!
Juan
6:35
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Cuentan que una vez un hombre viajaba por el océano y su
barco se hundió, quedó a la deriva por varios días antes de que
milagrosamente fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de
su pésima condición, contó el peor error que había cometido. Al sentir
una sed desesperante, bebía agua salada, y por la sal contenida en la
misma, lejos de saciarse, sentía más sed e introducía sal y arena a su
cuerpo que lo deshidrataba más.
Muchas veces cuando sentimos sed
de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas
que lejos de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se
refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres
y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal
carácter para llamar la atención.
Es hora ya de que dejes de
llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: "mas el que bebiere del
agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le
daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". Juan
4:14 .
Así que no busques más saciar tu sed, cualquiera que sea,
en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y
creador Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡¡¡y lo ganas todo!!!
Juan
6:35
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.