El limón, eficaz contra el cáncer y gran bactericida
El limón (Citrus limonum Risso, Citrus limon (L.) Burm., Citrus medica),
es un producto casi milagroso para matar las células cancerosas. Es
10.000 veces más potente que la quimioterapia. ¿Por qué no estamos
enterados de ello? Porque existen organizaciones, en concreto
determinadas multinacionales farmacéuticas, interesadas en encontrar una
versión sintética, que les permita obtener fabulosos beneficios
económicos. ¿Cuántas personas mueren cada año en el mundo mientras este
secreto, la efectividad del jugo de limón contra determinados tipos de
cáncer, ha estado celosamente guardado para no poner en riesgo las
utilidades multimillonarias de grandes corporaciones?
Así que de ahora en adelante, usted
puede ayudar a un amigo que lo necesite, haciéndole saber que le
conviene beber jugo de limón para prevenir la enfermedad. Su sabor es
agradable, a poco que uno se acostumbre al mismo. Y por supuesto no
produce los horribles efectos de la quimioterapia. La próxima vez que
usted quiera beber un jugo, pídalo de limón natural sin preservantes. Y
si tiene la posibilidad de hacerlo, plante un árbol de limón en su patio
o jardín. Todas sus partes son útiles.
Como usted bien sabe, el árbol de limón
no ocupa mucho espacio. Se le conoce con el nombre de limonero, limón,
lima, limoeiro (Galicia), llimoner (Cataluña), limoiaritz (Euskadi),
etcétera. La fruta es un cítrico cuya pulpa se puede comer directamente o
es empleada normalmente para elaborar bebidas, sorbetes, dulces…
Según el Instituto de Ciencias de la
Salud de Baltimore (EE.UU.), gran parte del interés de esta planta se
debe a sus fuertes efectos anticancerígenos. Y aunque se le atribuyen
muchas más propiedades, especialmente bactericidas y medicinales, lo más
interesante de ella es el efecto que produce sobre los quistes y los
tumores. Esta planta es un remedio probado para los cánceres de
distintos tipos. Hay quienes afirman que es de gran utilidad en todas
las variantes del cáncer.
Se la considera además como un agente
anti-microbial de amplio espectro contra las infecciones bacterianas y
por hongos; es eficaz contra los parásitos internos y los gusanos,
regula la tensión arterial alta y es antidepresiva, combate la tensión y
los desórdenes nerviosos.
La fuente de esta información es
fascinante: procede de uno de los fabricantes de medicinas más grandes
del mundo, quien afirma que después de más de 20 pruebas de laboratorio,
realizadas a partir de 1970, los resultados revelaron que el limón
destruye las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de
colon, de pecho, de próstata, de pulmón y del páncreas.
Los compuestos de este árbol demostraron
actuar 10.000 veces mejor retardando el crecimiento de las células de
cáncer que el producto Adriamycin, una droga quimioterapéutica
normalmente usada en el mundo. Y lo que es todavía más asombroso: este
tipo de terapia con el extracto de limón destruye tan sólo las malignas
células del cáncer y no afecta las células sanas.
Estudios científicos han demostrado
asimismo que aquellas personas que comen habitualmente cítricos tienen
más de un 50 % de probabilidades de no contraer cancer de estómago. Se
cree que la vitamina C inhibe el crecimiento de células cancerosas . Se
ha comprobado como, a pesar de su sabor tan ácido, en realidad
el consumo de esta fruta ayuda a prevenir la gastritis que en
algunos casos podría ser también responsable del desarrollo de
células tumorales en la mucosa gástrica. También se ha comprobado que
el consumo de este fruto podría prevenir la formación de tumores en
el colon.
Una ” pastilla gigante” de vitamina C
El limón es un fruto muy rico en
vitamina C. Esta riqueza le viene dada por su contenido en ácido
ascórbico, que representa casi el 5 % de su contenido. Muchos productos
farmacéuticos con ácido ascorbico tienen su origen en esta planta, una
de las principales fuentes de esta vitamina, junto con la lima (Citrus acida). De hecho, todos los cítricos ( naranjas, limones, pomelos, etc.) contienen cantidades elevadas de este principio.
Tradicionalmente, el limón fue utilizado
para prevenir el escorbuto, una enfermedad que se presenta cuando la
persona tiene una deficiencia de esta vitamina. El escorbuto era muy
habitual entre los navegantes, los cuales se alimentaban
fundamentalmente de alimentos secos o salados. La falta de ingestión de
alimentos frescos causaba numerosas bajas entre ellos. La ventaja del
limón es que, además de la vitamina C, contiene numerosos flavonoides,
los cuales protegen esta vitamina e impiden que se degrade. Los limones
que los navegantes llevaban en sus bodegas constituían autenticas
pastillas naturales gigantes de vitamina C y otros antioxidantes.
En la actualidad el escorbuto sólo
aparece muy raramente en poblaciones muy pobres, aunque no por ello
deben desecharse las propiedades alimentarias de este fruto cuyos
valores van mucho más allá de la prevención de esta antigua plaga. Entre
las principales virtudes de este alimento se encuentran sus
propiedades antioxidantes, capaces de prevenir la actividad negativa de
los radicales libres. El limón contiene casi 30
componentes antioxidantes además de la vitamina C, como, por ejemplo,
los flavonoides: rutina, hesperidina, naringenina o
luteina; betacarotenos; o los ácidos cafeico, ferúlico o gamma
terpineno. Por lo tanto, comer esta fruta en abundancia será muy
interesante si queremos mantenernos jóvenes y queremos prevenir la
aparición de numerosas enfermedades.
Mejora la piel, la vista, la circulación…
El limón resulta especialmente adecuado
en personas que pueden presentar deficiencias o problemas de salud, como
es el caso de los que fuman, o que padecen diabetes, alergia, asma,
mujeres embarazadas o lactantes o personas que sufren estrés. Comer
limón nos ayudará también a tener un aspecto externo más saludable, dado
que esta vitamina ayuda a mejorar la salud de la piel, el cabello, o
las uñas. Muchas anomalías de esta parte del cuerpo pueden evitarse o
mejorarse con el consumo del limón: piel seca o arrugada, cabellos con
poca vitalidad, uñas frágiles , etc.
No se debe olvidar tampoco la
importancia que esta vitamina tiene en la salud de la vista, al prevenir
enfermedades degenerativas tan importantes como la perdida de visión o
las cataratas. En el mundo actual, en que muchos de los trabajos que
realizamos fuerzan la visión, comer limón nos ayudará a manterner una
mejor salud visual.
Igualmente importante resulta la
vitamina C, junto con la rutina y la hesperidina, en el mantenimiento de
las arterias al conseguir mejorar la elasticidad de las mismas y evitar
los derrames que se producen en las venas y capilares. Comer limón o
beber jugo de limón ayuda a prevenir la hipertensión, controla la
aparición de hemorroides o varices y evita la formación habitual de
moretones, o de pequeñas hemorragias en las encías o en la nariz.
Despierta el apetito y mejora la digestión
La riqueza en aromas de este fruto
estimula la producción de saliva y el ácido ascórbico contribuye a
aumentar los ácidos estomacales y la producción de la hormona pepsina.
Así pues, por una parte, despierta el apetito en caso de inapetencia y,
por otra parte, ayuda a mejorar la digestión. El mayor aumento de ácido
clorídico ayuda a disgregar mejor los alimentos y la pepsina posee
propiedades proteolíticas; es decir ayuda a digerir mejor las
proteínas. Todo ello favorece la digestión y evita otros problemas
secundarios como la sensación de “llenado” o la aparición de gases.
Adecuado en las dietas de adelgazamiento
Es bien conocida la capacidad del limón
para ” disolver las grasas”, lo cual se ha venido aprovechando como un
buen recurso en las dietas para adelgazar. No debemos olvidar que este
fruto es muy rico en componentes con propiedades adelgazantes. Entre
estos tenemos su riqueza en cafeína, un estimulante metabólico y su
riqueza en fibras, especialmente pectina, que ayuda a disminuir la
absorción de grasas. También destaca en este sentido el limoneno o la
vitamina C.
Además de estos componentes, hay que
mencionar su riqueza en potasio y calcio; ambos poseen propiedades
diuréticas, dado que controlan el intercambio de líquidos en la célula y
neutralizan el sodio. Ambos componentes, junto con el ácido cafeico y
el ácido ascórbico, favorecen la eliminación de líquidos corporales, por
lo que resultan de ayuda en las dietas para perder peso.
Eliminar líquidos no sólo es interesante
para controlar el peso corporal, sino que resulta de mucha ayuda en el
tratamiento de otras enfermedades metabólicas en las que resulta
necesario una depuración del organismo: artritis, gota, ácido úrico…. El
jugo de limón constituye uno de los mejores remedios depurativos de la
sangre al eliminar las toxinas de la misma, por lo que ayuda a combatir
las enfermedades de los gotosos y reumáticos, aliviando el dolor
y desinflamando las articulaciones afectadas. Incluso se ha
utilizado para el proceso de desintoxicación de personas que
consumen habitualmente narcóticos.
La famosa cura del limón es utilizada
habitualmente para depurar el organismo y rebajar el exceso de peso.
Para realizar esta cura debemos empezar el primer día con el zumo de un
limón exprimido y seguir aumentando la dosis a razón de un limón más
cada día, hasta llegar a los 8 ó 9 limones diarios. Luego ir
disminuyendo en razón de un limón diario, hasta que llevemos 10 ó 11
días.
Los hindúes lo utilizan habitualmente
todos los días, consumiendo una mezcla con dos cucharadas de limón, dos
de agua y dos de miel. Se considera que esta mezcla, además de tener
propiedades depurativas, posee propiedades tónicas que ayudan a
enfrentarse a los trabajos diarios con mayor facilidad.
Previene la anemia y la descalcificación
La vitamina C favorece la absorción del
calcio y del hierro. Por lo tanto, resulta muy adecuado comer limones o
beber jugo de limón para que el organismo sea capaz de producir más
hierro, lo que contribuye a la prevención de la anemia o favorece una
mayor salud de los huesos y previene la osteoporosis, al permitir que el
organismo absorba más calcio . Las personas vegetarianas deberán
ser especialmente cuidadosas en aportar este alimento habitualmente
o incluir otros cítricos en su dieta habitual para no
presentar problemas de deficiencia de estos minerales.
Los limones deben consumirse frescos. La
época de recolección va desde el otoño a la primavera. Los limones
deberían comerse crudos en pequeñas porciones para aprovechar al máximo
sus propiedades. Esto resulta bastante dificil por su sabor tan ácido.
Evidentemente para las personas que no están acostumbradas no resulta
muy agradable; aunque, si hacemos el esfuerzo de empezar por pequeños
bocados, podemos ir acostumbrándonos poco a poco.
Otra forma más habitual de comer el
limón es utilizarlo para decorar y aromatizar los platos. Así puede
utilizarse con el pescado y con las ensaladas, añadiendo un pequeño
trozo en el plato para que sea exprimido en el momento de comer. En este
caso se utiliza el limón entero, incluída la corteza, donde se
encuentran la mayoría de los elementos aromáticos. Los limones pueden
usarse como complemento en muchos cócteles a los que aportan su aroma y
sus propiedades digestivas y entran, sobre todo, como primer componente
en la fabricación de la limonada, bebida muy recomendable, siempre que
sea natural y preferentemente de elaboración casera. Una buena limonada
es uno de los mejores recursos en verano para quitar la sed y
aprovecharnos de todas las propiedades medicinales y alimentarias de
este fruto.
Cuidado con la toxicidad.-
Los cítricos como el limón contienen aceites esenciales
fototóxicos-irritantes, produciendo reacciones a los que se exponen a
fuertes dosis de rayos ultravioleta (por ejemplo, aquellos que van
a realizar actividades de alta montaña). Entre estas
reacciones encontramos pústulas en los labios o dermatitis en aquellas
partes exteriores del cuerpo que han entrado en contacto con el
jugo, producidas por los componentes fototóxicos. Resulta pues
conveniente no beber jugo de limón si vamos a estar expuestos a
radiaciones muy fuertes, y no es recomendable que lo tomen personas
alérgicas a todos o alguno de sus componentes. El aceite esencial está
también contraindicado en el embarazo y en la lactancia. Asimismo, el
jugo de limón resulta peligroso para los dientes porque ataca la placa
dental y puede amarillearla. Una buena solución para evitarlo consiste
en beberlo ayudándonos de una pajita.
El limón (Citrus limonum Risso, Citrus limon (L.) Burm., Citrus medica),
es un producto casi milagroso para matar las células cancerosas. Es
10.000 veces más potente que la quimioterapia. ¿Por qué no estamos
enterados de ello? Porque existen organizaciones, en concreto
determinadas multinacionales farmacéuticas, interesadas en encontrar una
versión sintética, que les permita obtener fabulosos beneficios
económicos. ¿Cuántas personas mueren cada año en el mundo mientras este
secreto, la efectividad del jugo de limón contra determinados tipos de
cáncer, ha estado celosamente guardado para no poner en riesgo las
utilidades multimillonarias de grandes corporaciones?
Así que de ahora en adelante, usted
puede ayudar a un amigo que lo necesite, haciéndole saber que le
conviene beber jugo de limón para prevenir la enfermedad. Su sabor es
agradable, a poco que uno se acostumbre al mismo. Y por supuesto no
produce los horribles efectos de la quimioterapia. La próxima vez que
usted quiera beber un jugo, pídalo de limón natural sin preservantes. Y
si tiene la posibilidad de hacerlo, plante un árbol de limón en su patio
o jardín. Todas sus partes son útiles.
Como usted bien sabe, el árbol de limón
no ocupa mucho espacio. Se le conoce con el nombre de limonero, limón,
lima, limoeiro (Galicia), llimoner (Cataluña), limoiaritz (Euskadi),
etcétera. La fruta es un cítrico cuya pulpa se puede comer directamente o
es empleada normalmente para elaborar bebidas, sorbetes, dulces…
Según el Instituto de Ciencias de la
Salud de Baltimore (EE.UU.), gran parte del interés de esta planta se
debe a sus fuertes efectos anticancerígenos. Y aunque se le atribuyen
muchas más propiedades, especialmente bactericidas y medicinales, lo más
interesante de ella es el efecto que produce sobre los quistes y los
tumores. Esta planta es un remedio probado para los cánceres de
distintos tipos. Hay quienes afirman que es de gran utilidad en todas
las variantes del cáncer.
Se la considera además como un agente
anti-microbial de amplio espectro contra las infecciones bacterianas y
por hongos; es eficaz contra los parásitos internos y los gusanos,
regula la tensión arterial alta y es antidepresiva, combate la tensión y
los desórdenes nerviosos.
La fuente de esta información es
fascinante: procede de uno de los fabricantes de medicinas más grandes
del mundo, quien afirma que después de más de 20 pruebas de laboratorio,
realizadas a partir de 1970, los resultados revelaron que el limón
destruye las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de
colon, de pecho, de próstata, de pulmón y del páncreas.
Los compuestos de este árbol demostraron
actuar 10.000 veces mejor retardando el crecimiento de las células de
cáncer que el producto Adriamycin, una droga quimioterapéutica
normalmente usada en el mundo. Y lo que es todavía más asombroso: este
tipo de terapia con el extracto de limón destruye tan sólo las malignas
células del cáncer y no afecta las células sanas.
Estudios científicos han demostrado
asimismo que aquellas personas que comen habitualmente cítricos tienen
más de un 50 % de probabilidades de no contraer cancer de estómago. Se
cree que la vitamina C inhibe el crecimiento de células cancerosas . Se
ha comprobado como, a pesar de su sabor tan ácido, en realidad
el consumo de esta fruta ayuda a prevenir la gastritis que en
algunos casos podría ser también responsable del desarrollo de
células tumorales en la mucosa gástrica. También se ha comprobado que
el consumo de este fruto podría prevenir la formación de tumores en
el colon.
Una ” pastilla gigante” de vitamina C
El limón es un fruto muy rico en
vitamina C. Esta riqueza le viene dada por su contenido en ácido
ascórbico, que representa casi el 5 % de su contenido. Muchos productos
farmacéuticos con ácido ascorbico tienen su origen en esta planta, una
de las principales fuentes de esta vitamina, junto con la lima (Citrus acida). De hecho, todos los cítricos ( naranjas, limones, pomelos, etc.) contienen cantidades elevadas de este principio.
Tradicionalmente, el limón fue utilizado
para prevenir el escorbuto, una enfermedad que se presenta cuando la
persona tiene una deficiencia de esta vitamina. El escorbuto era muy
habitual entre los navegantes, los cuales se alimentaban
fundamentalmente de alimentos secos o salados. La falta de ingestión de
alimentos frescos causaba numerosas bajas entre ellos. La ventaja del
limón es que, además de la vitamina C, contiene numerosos flavonoides,
los cuales protegen esta vitamina e impiden que se degrade. Los limones
que los navegantes llevaban en sus bodegas constituían autenticas
pastillas naturales gigantes de vitamina C y otros antioxidantes.
En la actualidad el escorbuto sólo
aparece muy raramente en poblaciones muy pobres, aunque no por ello
deben desecharse las propiedades alimentarias de este fruto cuyos
valores van mucho más allá de la prevención de esta antigua plaga. Entre
las principales virtudes de este alimento se encuentran sus
propiedades antioxidantes, capaces de prevenir la actividad negativa de
los radicales libres. El limón contiene casi 30
componentes antioxidantes además de la vitamina C, como, por ejemplo,
los flavonoides: rutina, hesperidina, naringenina o
luteina; betacarotenos; o los ácidos cafeico, ferúlico o gamma
terpineno. Por lo tanto, comer esta fruta en abundancia será muy
interesante si queremos mantenernos jóvenes y queremos prevenir la
aparición de numerosas enfermedades.
Mejora la piel, la vista, la circulación…
El limón resulta especialmente adecuado
en personas que pueden presentar deficiencias o problemas de salud, como
es el caso de los que fuman, o que padecen diabetes, alergia, asma,
mujeres embarazadas o lactantes o personas que sufren estrés. Comer
limón nos ayudará también a tener un aspecto externo más saludable, dado
que esta vitamina ayuda a mejorar la salud de la piel, el cabello, o
las uñas. Muchas anomalías de esta parte del cuerpo pueden evitarse o
mejorarse con el consumo del limón: piel seca o arrugada, cabellos con
poca vitalidad, uñas frágiles , etc.
No se debe olvidar tampoco la
importancia que esta vitamina tiene en la salud de la vista, al prevenir
enfermedades degenerativas tan importantes como la perdida de visión o
las cataratas. En el mundo actual, en que muchos de los trabajos que
realizamos fuerzan la visión, comer limón nos ayudará a manterner una
mejor salud visual.
Igualmente importante resulta la
vitamina C, junto con la rutina y la hesperidina, en el mantenimiento de
las arterias al conseguir mejorar la elasticidad de las mismas y evitar
los derrames que se producen en las venas y capilares. Comer limón o
beber jugo de limón ayuda a prevenir la hipertensión, controla la
aparición de hemorroides o varices y evita la formación habitual de
moretones, o de pequeñas hemorragias en las encías o en la nariz.
Despierta el apetito y mejora la digestión
La riqueza en aromas de este fruto
estimula la producción de saliva y el ácido ascórbico contribuye a
aumentar los ácidos estomacales y la producción de la hormona pepsina.
Así pues, por una parte, despierta el apetito en caso de inapetencia y,
por otra parte, ayuda a mejorar la digestión. El mayor aumento de ácido
clorídico ayuda a disgregar mejor los alimentos y la pepsina posee
propiedades proteolíticas; es decir ayuda a digerir mejor las
proteínas. Todo ello favorece la digestión y evita otros problemas
secundarios como la sensación de “llenado” o la aparición de gases.
Adecuado en las dietas de adelgazamiento
Es bien conocida la capacidad del limón
para ” disolver las grasas”, lo cual se ha venido aprovechando como un
buen recurso en las dietas para adelgazar. No debemos olvidar que este
fruto es muy rico en componentes con propiedades adelgazantes. Entre
estos tenemos su riqueza en cafeína, un estimulante metabólico y su
riqueza en fibras, especialmente pectina, que ayuda a disminuir la
absorción de grasas. También destaca en este sentido el limoneno o la
vitamina C.
Además de estos componentes, hay que
mencionar su riqueza en potasio y calcio; ambos poseen propiedades
diuréticas, dado que controlan el intercambio de líquidos en la célula y
neutralizan el sodio. Ambos componentes, junto con el ácido cafeico y
el ácido ascórbico, favorecen la eliminación de líquidos corporales, por
lo que resultan de ayuda en las dietas para perder peso.
Eliminar líquidos no sólo es interesante
para controlar el peso corporal, sino que resulta de mucha ayuda en el
tratamiento de otras enfermedades metabólicas en las que resulta
necesario una depuración del organismo: artritis, gota, ácido úrico…. El
jugo de limón constituye uno de los mejores remedios depurativos de la
sangre al eliminar las toxinas de la misma, por lo que ayuda a combatir
las enfermedades de los gotosos y reumáticos, aliviando el dolor
y desinflamando las articulaciones afectadas. Incluso se ha
utilizado para el proceso de desintoxicación de personas que
consumen habitualmente narcóticos.
La famosa cura del limón es utilizada
habitualmente para depurar el organismo y rebajar el exceso de peso.
Para realizar esta cura debemos empezar el primer día con el zumo de un
limón exprimido y seguir aumentando la dosis a razón de un limón más
cada día, hasta llegar a los 8 ó 9 limones diarios. Luego ir
disminuyendo en razón de un limón diario, hasta que llevemos 10 ó 11
días.
Los hindúes lo utilizan habitualmente
todos los días, consumiendo una mezcla con dos cucharadas de limón, dos
de agua y dos de miel. Se considera que esta mezcla, además de tener
propiedades depurativas, posee propiedades tónicas que ayudan a
enfrentarse a los trabajos diarios con mayor facilidad.
Previene la anemia y la descalcificación
La vitamina C favorece la absorción del
calcio y del hierro. Por lo tanto, resulta muy adecuado comer limones o
beber jugo de limón para que el organismo sea capaz de producir más
hierro, lo que contribuye a la prevención de la anemia o favorece una
mayor salud de los huesos y previene la osteoporosis, al permitir que el
organismo absorba más calcio . Las personas vegetarianas deberán
ser especialmente cuidadosas en aportar este alimento habitualmente
o incluir otros cítricos en su dieta habitual para no
presentar problemas de deficiencia de estos minerales.
Los limones deben consumirse frescos. La
época de recolección va desde el otoño a la primavera. Los limones
deberían comerse crudos en pequeñas porciones para aprovechar al máximo
sus propiedades. Esto resulta bastante dificil por su sabor tan ácido.
Evidentemente para las personas que no están acostumbradas no resulta
muy agradable; aunque, si hacemos el esfuerzo de empezar por pequeños
bocados, podemos ir acostumbrándonos poco a poco.
Otra forma más habitual de comer el
limón es utilizarlo para decorar y aromatizar los platos. Así puede
utilizarse con el pescado y con las ensaladas, añadiendo un pequeño
trozo en el plato para que sea exprimido en el momento de comer. En este
caso se utiliza el limón entero, incluída la corteza, donde se
encuentran la mayoría de los elementos aromáticos. Los limones pueden
usarse como complemento en muchos cócteles a los que aportan su aroma y
sus propiedades digestivas y entran, sobre todo, como primer componente
en la fabricación de la limonada, bebida muy recomendable, siempre que
sea natural y preferentemente de elaboración casera. Una buena limonada
es uno de los mejores recursos en verano para quitar la sed y
aprovecharnos de todas las propiedades medicinales y alimentarias de
este fruto.
Cuidado con la toxicidad.-
Los cítricos como el limón contienen aceites esenciales
fototóxicos-irritantes, produciendo reacciones a los que se exponen a
fuertes dosis de rayos ultravioleta (por ejemplo, aquellos que van
a realizar actividades de alta montaña). Entre estas
reacciones encontramos pústulas en los labios o dermatitis en aquellas
partes exteriores del cuerpo que han entrado en contacto con el
jugo, producidas por los componentes fototóxicos. Resulta pues
conveniente no beber jugo de limón si vamos a estar expuestos a
radiaciones muy fuertes, y no es recomendable que lo tomen personas
alérgicas a todos o alguno de sus componentes. El aceite esencial está
también contraindicado en el embarazo y en la lactancia. Asimismo, el
jugo de limón resulta peligroso para los dientes porque ataca la placa
dental y puede amarillearla. Una buena solución para evitarlo consiste
en beberlo ayudándonos de una pajita.