El Señor es siempre justo y bueno para con sus criaturas, pues forma parte de su naturaleza el serlo. Pero no había necesidad ni en su justicia ni en su bondad de hacer promesas de gracia a aquellos que se rebelaron en su contra. El hombre ha perdido cualquier forma de reveindicación sobre su Hacedor, que hubiese creído tener porque ha transgredido la ley pura y santa que estaba obligado a obedecer.
Al hombre nada se le debe salvo la recompensa por sus pecados y si Dios tuviese ahora que tratar al hombre de una manera absolutamente justa tendría que condenarle y castigarle. Cualquier cosa que se haga a favor de una criatura culpable procederá tan sólo de la misericordia no merecida y de la soberana bondad de Dios, debiendo de brotar, de manera espontánea, de la buena voluntad y placer del Altísimo. Las promesas de la gracia fluyen del amor ¡limitado de Dios y solamente de Él, pues no sería posible que surgiesen de ningún otro origen. Ni uno solo de entre la raza humana tiene ningún derecho natural a las promesas de bendición, ni el mundo entero se las merece. Dios ha hecho esas promesas a los hombres por su propia voluntad y porque así le ha placido, sin que haya otro motivo que no sea el amor que brota de su interior.
SOLI DEO GLORIA
Al hombre nada se le debe salvo la recompensa por sus pecados y si Dios tuviese ahora que tratar al hombre de una manera absolutamente justa tendría que condenarle y castigarle. Cualquier cosa que se haga a favor de una criatura culpable procederá tan sólo de la misericordia no merecida y de la soberana bondad de Dios, debiendo de brotar, de manera espontánea, de la buena voluntad y placer del Altísimo. Las promesas de la gracia fluyen del amor ¡limitado de Dios y solamente de Él, pues no sería posible que surgiesen de ningún otro origen. Ni uno solo de entre la raza humana tiene ningún derecho natural a las promesas de bendición, ni el mundo entero se las merece. Dios ha hecho esas promesas a los hombres por su propia voluntad y porque así le ha placido, sin que haya otro motivo que no sea el amor que brota de su interior.
SOLI DEO GLORIA